Una vez más me ha sorprendido la naturaleza, como ya sabéis deje espigar algunas lechugas, las deje bastante tiempo, sin apenas cuidarlas, hasta que hicieron flores y están se secaron, entonces arranque una de ellas.
Un día me senté, y fui abriendo los capullos secados de cada una de las flores, que eran muchas, entonces vi que allí apretaditas en un espacio súper pequeño habían tantas semillas que no podía creérmelo, durante tres días, cada día un ratito fui abriendo y sacando......... las iba poniendo en sobres porque pensaba que esto tan maravilloso tenía que conservarse de la mejor manera posible, para poder volverlas a la tierra, o poder intercanviarlas con otras personas.
Por ahora y con una sola lechuga ya he contado 1.000 semillas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! y sigo contando.
En la foto, encima del sobre que esta tumbado, hay dos semillas...y pensar que esto pueden ser dos lechugas hermosas, tiernas y sabrosas!!
Esto lo puedes hacer de una manera normal, sin más, o lo puedes hacer observando bien todo el proceso, poniendo los cinco sentidos y viviendo esto como una experiencia que te brinda la naturaleza, así podrás apreciar lo maravilloso que es la vida.
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